Juan Pablo II era un fanático de la música, incluso de la pop. Pero el "nuevo" Papa Benedicto XVI no. Por eso decidió cancelar el tradicional recital de música pop que se realizaba para la Navidad desde hace doce años en el Vaticano. Alguna vez, Benedicto XVI lo calificó de primitivo, ruidoso y mediocre. Es que el Sumo Pontífice es un amante de Bach y Mozart, por lo que el concierto ahora se hará en Montecarlo.

Adiós al tradicional concierto de Navidad que desde hace doce años se trasmitía por Mundovisión a centenares de millones de espectadores del planeta. "Otro pedazo del reino de Karol Wojtyla, coloreado y abierto a los varios rostros de la modernidad, desaparece", comentaron en el diario La Stampa de Turín, responsable de dar al mundo la noticia.