El calor agobiante que se transforma en pocas horas en una tormenta intensa con abundante caída de agua ya no es una excepcionalidad. El fenómeno que se vio en Rosario este sábado y el anterior y dejó zonas inundadas será una constante hasta marzo, según admiten desde Defensa Civil de la provincia.

Desde esta mañana hasta las 15 fueron 28 milímetros los que cayeron en la ciudad y que dejaron con problemas a los barrios El Mangrullo y Molino Blanco. En ambos casos, según aseguró por la tarde el titular de Defensa Civil municipal, Raúl Rainone, se montó un operativo con bombos de extracción de agua que se mantendrá por la noche, si es necesario, hasta que se normalice la situación.

No hubo sin embargo problemas en la cuenca del Ludueña ya que, aguas arriba, es decir en la zona de Roldán y Funes, las precipitaciones fueron algo menores: 14 milímetros. El saldo de la tormenta en Rosario dejó también 15 árboles caídos.

“No tuvimos evacuados y esta lluvia fue menor a la del sábado pasado. Pero habrá que acostumbrarse porque esto será una constante. Por eso, la Municipalidad tiene un protocolo de emergencia que actúa apenas haya un problema serio”, aseguró Rainone, quien detalló que esa estructura se desplegó la semana pasada. Una ambulancia del Sies, patrullas de la GUM y de la Policía, tractores y colectivos por si es necesario evacuar, y dos centros crecer dispuestos a recibir personas.

El responsable redefensa Civil provincial para la zona sur, Antonio Moyano, aseguró a Rosario3.com que “estamos preparados para afrontar este tipo de situaciones que se mantendrán cada tres o cuatro días hasta marzo, según el Servicio Meterológico”.