Si el verano es la época ideal para la conjuntivitis, la pileta es el lugar indicado para contraerla. Es que la enfermedad se reproduce con facilidad en las aguas estancadas y no tanto en las aguas de río o mar porque el agua corre con facilidad. El oftalmólogo, Luís María Gallo contó que en la época estival asistimos a una época de conjuntivitis infecciosa de tipo viral o bacteriana.

“A diferencia de lo que ocurre en la primavera cunado la conjuntivitis es alérgica, en las épocas de más calor los virus o bacterias que se acumulan en las aguas estancadas hacen mucho más fácil el contagio”, dijo Gallo y agregó que la enfermedad afecta a todos por igual, desmitificando que los chicos sean el principal grupo de riesgo.

El oftalmólogo explicó también que los síntomas más frecuentes son la molestia leve en la zona ocular (una sensación que se podría ilustrar como una la presencia de arena en los ojos), ojos rojos y pegados por las secreciones de las glándulas lacrimógenas.

Gallo sostuvo que con el aumento de las temperaturas las virosis se replican con mayor facilidad por lo que recomendó atención y cuidados en la zona ocular. El médico recordó que la conjuntivitis es altamente contagiosa en las primeras 48 horas de haber sido contraída, aunque es una afección muy rápida de curar con gotas.

Científicamente la conjuntivitis se describe como “la inflamación de la conjuntiva, membrana mucosa que recubre el interior de los párpados de los vertebrados y que se extiende a la parte anterior del globo ocular”.

Según su etiología se pueden clasificar como bacterianas, caracterizadas por secreción abundante y amarillenta y formación de papilas en la conjuntiva palpebral. Se tratan con higiene ocular y antibióticos tópicos. Virales, son las más frecuentes, producidas generalmente por adenovirus, con menos lagañas y posible afectación corneal dolorosa. Son muy contagiosas. Alérgicas, típicamente estacionales, se distinguen por importante picor, legañas mucosas y asociación frecuente con rinitis.