El anuncio –que se presenta como una respuesta a los contantes reclamos de los rosarinos–, se produjo a pocos días de los episodios que dejaron la semana pasada sin presión de agua a varios vecinos de la ciudad. Según explicó Alberto Daniele, miembro del directorio, en A Diario (Radio 2), las bombas sumergidas de agua cruda datan de la década del 60 y fueron compradas a una firma alemana actualmente fuera del mercado. Su antigüedad, sumada al constante uso de las mismas, las hace sumamente vulnerables, por lo que se tomó la decisión de reponer dos de ellas y hacer más fiable la provisión.
Por otro lado, los flamantes filtros ajustarán la calidad del agua a los parámetros dispuestos por la ley 11.220.
Finalmente, Daniele ponderó la realización en Granadero Baigorria de una nueva planta potabilizadora y desmintió que se estuviera pensando en aumentar las tarifas del servicio. No obstante, apuntó que no les es ajeno el proceso inflacionario –pese a que el incremento en las facturas el año pasado rondó el 138 por ciento, varios puntos más arriba que el 20 por ciento de inflación calculado–, con lo cual dejó abierta la posibilidad para más adelante.
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