El siete veces campeón del mundo de la Fórmula Uno, Michael Schumacher, no está demasiado triste. Aunque le dijo adiós a las pistas, su despedida se vio endulzada por muchos y costosos regalos. Quizás ninguno tan particular cmoo una isla artificial ubicada frente a las costas de Dubai. Y, por supuesto, el último bólido de Ferrari, escudería a la que perteneció. 

Ferrari regaló al alemán el auto con el que disputó su última carrera el domingo en Brasil, según afirma La Gazzetta dello Sport. El Ferrari 248 F1 con el número de carrocería 255 que empleó en el Gran Premio de Brasil cuesta tres millones de euros.