Al menos 66 personas murieron y más de 60 resultaron heridas a consecuencia de la explosión de dos bombas registrada en un tren que enlaza la India con Pakistán, tan sólo dos días antes de la reunión de los ministros de Exteriores de ambos países.

"Hemos encontrado dos maletas llenas de explosivos. Esto confirma que el sabotaje es la causa de la tragedia", declaró el ministro de Ferrocarriles, Lalu Yadav Prasad, que llegó ya a la zona.

"Es un intento de hacer descarrilar la mejoría de las relaciones entre la India y Pakistán", agregó, citado por la agencia india ANI.

Las explosiones tuvieron lugar a las 23.55 hora local del domingo (18.25 GMT) en un tren especial que cubre el trayecto entre la capital del país con la ciudad fronteriza de Attari, desde donde los pasajeros toman el expreso de "Samjhauta" para llegar a Lahore (Pakistán).

Según las primeras investigaciones, los artefactos, de baja potencia, originaron sendos incendios que, gracias al queroseno, calcinaron los dos vagones afectados y causaron la muerte de muchos de sus pasajeros cuando el tren llegaba a la estación de Diwana, situada unos 90 kilómetros al norte de la capital, en la región de Haryana.

Además de unas quince botellas de querosene, los expertos han encontrado en el lugar de los hechos muestras de sulfuro y nitrato y tres artefactos sin explotar, dos de ellos en maletas de otros compartimentos del expreso, que continuó la marcha tras desenganchar los dos vagones calcinados.

"El modus operandi es nuevo. Han usado explosivos de baja potencia para desencadenar la explosión, y el queroseno para encender el fuego. La idea era causar una destrucción a gran escala con el incendio", declaró el director forense de la región de Haryana, J.S. Mahanwal, citado por la agencia india PTI.

"Sin duda, se trata de un ataque terrorista", añadió.

Desde Pakistán, el presidente del país, Pervez Musharraf se sumó a las condolencias expresadas por su homólogo indio, Abdul Kalam, y mostró su confianza en que el Gobierno del país vecino tome las medidas necesarias para castigar a los culpables.

"No permitiremos la existencia de elementos que triunfen en sus nefastos objetivos y saboteen el proceso de paz en marcha", dijo Musharraf en un comunicado.

El atentado se ha producido además en vísperas de la visita a la India del ministro paquistaní de Asuntos Exteriores, Khurshid Mahmud Khasuri, que tiene previsto reunirse con su homólogo indio, Pranab Mukherjee, este miércoles.

Mientras, los heridos, unos 60, fueron trasladados a distintos hospitales de la ciudad cercana y de Nueva Delhi, donde hay informes de al menos cinco paquistaníes en estado crítico.

Hasta el momento, está confirmada la muerte de tres miembros de la seguridad ferroviaria y de dos nacionales de Pakistán, aunque en previsión de que aumente la cifra de muertos de ese país, la India ha habilitado un despacho temporal de visados en Lahore, para que los familiares de las víctimas puedan desplazarse a la zona.

"Iban a una boda en Pakistán. Estaban tan felices... Estoy esperando que alguien me diga que están a salvo", declaró en la estación de Nueva Delhi un joven que no conoce la suerte de su madre y su hermano.

El tren, quincenal, transportaba unos 600 pasajeros en 10 vagones y había salido de Nueva Delhi a las 22.40 hora local del domingo (17.10 GMT), con destino en Attari, desde donde los pasajeros con destino en Pakistán, tras pasar un control aduanero, se embarcan en el expreso de "Samjhauta", que enlaza la localidad con Lahore.

En esa ciudad fronteriza paquistaní, las autoridades dispusieron medidas para acoger a los heridos en la explosión que continuaron el viaje, así como para recibir los cuerpos de los cadáveres procedentes de Pakistán.

Mientras, en Nueva Delhi, las autoridades declararon el estado de alerta en todas las estaciones de ferrocarril y metro.

Un experto forense citado por la agencia UNI aseguró que las investigaciones se centran ahora en determinar si en las bombas había algún temporizador u otro dispositivo para hacerlas estallar.

La Policía investiga también el aviso que dio un viajero paquistaní del tren, Shamsuddin, acerca de la existencia de explosivos en el expreso.