Tras cuatro años de ansiosa espera, arrancó finalmente el Mundial 2006 en Alemania. En esta primera jornada, los locales pudieron festejar por partida doble. La ceremonia inaugural, celebrada en Munich, sobresalió por su prolijidad y colorido (aunque no despertó mucha emoción en las tribunas, que no se vieron del todo colmadas). Pero lo más significativo fue el triunfo de la selección alemana frente a Costa Rica por 4-2. Puntualmente, a las 11.23 (hora argentina), decenas de hombres vestidos con atuendos típicos alemanes dieron paso con sus redoblantes a lo que se acostumbra a ver en estos casos: personas que pueblan el campo de juego y que, con una estupenda coordinación, generan un sin fin de armoniosas figuras para disfrutar a la distancia, desde algún lugar en la tribuna. Luego Pelé devolvió la copa que Brasil se llevó en el campeonato de Corea-Japón escoltado por la bellísima Claudia Schiffer, que jugaba de local. El brasileño ofrendó el trofeo a todo el estadio al elevarlo en sus manos en el centro del campo. En ese momento, comenzó la entrada a la cancha de las delegaciones de los países campeones del mundo, cada uno representado por sus jugadores históricos. Bochini, Pumpido, Giusti, Enrique, Kempes, Luque, Fillol, Tarantini y el rosarino Daniel Killer, entre otros, conformaron el grupo argentino. Luego fue el turno del presidente alemán Horst Kohler, quien dio la bienvenida a jugadores y fanáticos, escoltado por el histórico Franz Beckenbauer y el presidente de la FIFA Joseph Blatter. Maradona, a esa altura, no daba señales de vida. Pero cuando ya nadie creía que llegara, el astro hizo su aparición, aunque demasiado tarde para participar de la fiesta. Números musicales a cargo del grupo africano Amadou & Mariam y del alemán Herbert Gronemeyer, que interpretó el himno del Mundial "Celebrate the day", pusieron fin a una celebración de 40 minutos que vieron más de cinco mil millones de personas en todo el planeta. La gran fiesta del fútbol ya había comenzado. Poco después arrancó el partido de la selección local contra Costa Rica que, con un ajustado arbitraje del argentino Horacio Elizondo, terminó 4-2 a favor de los locales. Los goles de Alemania fueron responsabilidad de Lahm, Frinx y Klose (2). Wanchope anotó para los centroamericanos.