El ex presidente Raúl Alfonsín justificó el contexto de "duras presiones militares" en que debió dictar las leyes de obediencia debida y punto final, y se alegró de que la nulidad de esas normativas permita hoy juzgar a "quienes quisieron ampararse en ellas para conseguir impunidad" por la comisión de delitos durante la última dictadura militar.