“Hay algunos que son incumplidores crónicos”, llamó la atención Seghezzo en diálogo con Radiópolis, el programa que conduce Roberto Caferra por Radio 2.
Así, explicó que por más apercibimientos que se les haga, muchos bolicheros, reinciden en las faltas que van desde tener más gente de la permitida en los establecimientos –en un caso, Seghezzo precisó que encontró a más de 600 personas por arriba de lo establecido–, permitir el ingreso de menores de edad, excederse en los horarios de cierre, mantener en pésimas condiciones los sanitarios y tergiversar el rubro para evitar someterse a un registro de oposición.
“La norma puede ser cumplida”, dijo el funcionario, como para poner de relieve que el reglamento que ordena la noche no es descabellado; e incluso enfatizó: “Hay muchos que lo hacen”.
Finalmente, aclaró que pese a la amenaza de paro lanzada por la Cámara de Esparcimiento Nocturno de Rosario para el 6 y 7 de junio, jamás recibió notificación formal alguna. De ese modo, se mostró abierto al diálogo, pero advirtió: “La norma es el pacto social que hace que conviva el entretenimiento nocturno con el descanso de los vecinos”.
La polémica bolicheros-municipio se disparó en momentos en que el Concejo discute una nueva ordenanza sobre los espacios de diversión nocturna y a una semana de una dura sanción a un tradicional boliche del centro rosarino.