A la hora de cuidar el cabello, hay mucho de mito y otro tanto de verdad en torno a cuándo conviene cortarlo, que si es mejor cepillarlo o no, y algunas otras dudas que nos aquejan desde que las personas encontramos el primer pelo en una almohada.

Lo mismo ocurre con la piel y las versiones torno a los efectos astringentes del dentífrico, por citar otro ejemplo.

Pero vamos por parte, pelo a pelo. Se cree que cortar el cabello hace que éste crezca luego más rápido. Según se lee en el blog La voz de los consumidores, en el diario digital 20minutos, esto es falso.

Un buen corte no influye en el crecimiento ni en la cantidad de cabellos; sí, en cambio, puede haber un efecto óptico sobre la densidad, pero nada más.

Para cuidar el pelo, lo mejor es lavarlo con agua templada y un champú neutro y evitar peinarlo en exceso para no dañarlo.

Otro ejemplo de falsa creencia que tiene al cabello como protagonista es pensar que si te lo lavás a diario favorecés la presencia de “grasa”. Según el blog, este es otro error: el pelo debe lavarse cuando está sucio.

No se debe abusar de los lavados y ha de utilizarse el champú adecuado para cada tipo de pelo.


Otra de las creencias extendidas es que las pomadas para las hemorroides mitigan las ojeras. Y, ojo, porque esta práctica, además de ser falsa, puede ser incluso peligrosa.

Estas cremas contienen fármacos vasoconstrictores y anestésicos locales, y no se ha demostrado su eficacia y seguridad para uso cerca de los ojos, a los que puede dañar.

Pasa lo mismo con el dentífrico y los puntos negros o granos. Utilizarlas para tal fin puede incluso empeorar la inflamación, obstruyendo el comezón e irritando la piel.