Un gol que alimentará el debate en las mesas de bar. Lionel Messi marcó uno de los dos tantos que con el que Barcelona le ganó 2-0 al Getafe como visitante.

El equipo dirigido por Josep Guardiola disputó un partido irregular, en el que debió iniciar con una formación integrada por varios habituales suplentes.

La doble jornada de Eliminatorias para el Mundial provocó cansancio en varias figuras y el técnico debió apelar a los de la cantara para afrontar el partido.

Por eso, la verdadera identidad de juego del defensor del título apareció recién en la segunda mitad, gracias al ingreso de Messi e Iniesta.

La Pulga expuso nuevamente su magia futbolística en el campo de juego y demostró el brillo que puede alcanzar cuando está acompañado de un equipo equilibrado en el aspecto táctico.