“Desde hoy se instala la supervisora en la escuela Normal Nº 1 y se quedará en la institución hasta que esté concluida la investigación”, aseguró este jueves el director regional del Ministerio de Educación, Humberto Cancella, sobre el caso de la docente que le inició juicio penal y civil a un alumno que pidió a las autoridades del colegio un cambio de mesa de examen por considerar que la docente lo discriminaba.
Alumno enjuiciado: una supervisora en el Normal 1 hasta el fin de la investigación
El Ministerio adelantó que “los elementos que se recogieron hasta ahora demuestran que hubo una mala intervención por parte de la escuela en el caso del estudiante y la profesora”, pero que recién se tomarán medidas cuando se termine de estudiar lo sucedido
“Hasta ahora los elementos que se recogieron demuestran que hubo una mala intervención por parte de la escuela en el caso del alumno y la profesora”, adelantó Cancella, pero aclaró que “sólo cuando el cuerpo legal concluya con la investigación se determinarán las medidas a tomar”, entre ellas, una posible intervención de la institución educativo.
Ana María Degano, profesora de Matemática Aplicada del Normal 1, le inició una causa penal y otra civil por injurias al alumno Juan Pablo Calandria, quien tras rendir tres veces mal, entregó una carta a la rectora de la institución María Carrillo pidiendo que la docente no estuviera en el tribunal examinador porque consideraba que discriminaba a algunos estudiantes y él estaba en ese grupo. Aún estando procesado, la profesora le tomó la prueba dos veces más. El joven recién aprobó cuando pidió la intervención del Ministerio de Educación.
Por lo pronto, después del escándalo mediático que generó el caso, hubo una fallida audiencia de conciliación entre las partes. Degano aseguró que la prensa la está “despellejando” pero confirmó que seguirá adelante "porque ahora el daño es mayor". Y señaló: "La opinión pública ya me condenó hace rato, ahora estoy buscando Justicia".
Más allá de los cuestionamientos, la docente aseguró: "Voy a seguir dando clases, si el Ministerio considera otra cosa no dependerá de mí". Y volvió a defender su decisión de recurrir a los Tribunales provinciales "porque el chico ya no estaba yendo a la escuela", por lo que consideraba que ya no era alumno, y señaló que en la carta entregada a las autoridades la trataba de "corrupta en el primer párrafo". "Entre corrupta y exigente hay una diferencia", agregó.