Para el legislador del FpV, Lavagna no es más que otro de los tantos “pavotes que tiene este país”, que pretende –al mejor modo “discepoliano”– meter a todos “en el lodo diciendo que ha habido un acto de corrupción o cosas por el estilo”.
“Nadie lo puede probar, nadie puede decir absolutamente nada. Le sacó treinta y cuatro puntos la presidenta al segundo”, disparó Fernández quien se preguntó al mismo tiempo por qué Lavagna no denunció el supuesto fraude cuando correspondía, en el 2007 y en 2011. Además, sostuvo que la sociedad seguirá eligiendo a quien presente una propuesta seria y cuide de ellos y no a alguien "que tenga lengua solamente”.
“Las elecciones, como se hacen en la Argentina, difícilmente se lleven a cabo en otro país porque en cada mesa, representantes de cada partido controlan el resultado provisorio que se suma a las 70 y pico de mil mesas que componen el país y hacen al resultado general, con lo cual no se necesita tener doctorados en computación ni ser tan lúcido como Lavagna para saber cómo es el resultado”, ironizó el senador.