Marianela tiene parálisis cerebral y sus padres la pelean todos los días para darle lo que necesita. Por eso, este martes fue una verdadera pesadilla cuando se dieron cuenta que les habían robado la silla de ruedas que les llevó años conseguir. Sin embargo, luego de que la noticia cobrara estado público, el elemento de traslado apareció misteriosamente en la puerta de la casa.

Todo ocurrió en Teniente Agnetta al 1900. Tres pibes ingresaron al pasillo donde vive la familia, que estaba abierta, y luego al patio de la casa, de donde se llevaron la silla.

Una vecina que los vio dijo que eran tres chicos muy jóvenes y que se fueron corriendo sin que nadie pudiera darles alcance.

La silla se ruedas se la había provisto Cilsa después de años de gestiones y trámites. Este mediodía la institución pudo reponerla. Sin embargo, horas después, y tal vez conmovido por las angustiosas imágenes de la madre de Marianela entre lágrimas, alguien dejó la silla robada.