La reserva ganó nuevamente
En el preliminar, el equipo de juveniles leproso derrotó por 2-0 a Gimnasia, logrando su segunda victoria consecutiva. Los goles del conjunto rojinegro fueron convertidos por Cristian Díaz y Matías Rodríguez.
Apuntes desde La Plata
La reserva ganó nuevamente - El ingreso de Quiroga - La Banda acrecentó su gran sueño
El equipo de reserva de Ricardo Johanssen fue el siguiente: Nahuel Guzmán; Chaves, Mainguyague, Blanc, Benítez; Morales, Cascio, Barraza, Cristian Díaz; Matías Rodríguez y Maximiliano Urruti.
Diego Torres y Alejandro Da Silva fueron parte de la delegación que viajó a La Plata, pero no jugaron en reserva ni integraron el banco de primera división.
El ingreso de Quiroga
Aunque se pensaba que la única variante en Newell’s sería el regreso de Hugo Barrientos por Franco Dolci en el mediocampo, finalmente Roberto Sensini optó por realizar otra modificación en su equipo.
El entrenador leproso dispuso que el joven defensor Alexis Machuca vaya al banco y le deje su lugar a Juan Quiroga, quien actuó por el andarivel izquierdo. De esta forma, Nahuel Roselli se retrasó por el sector derecho para rearmar la defensa rojinegra, en una movida táctica que le brindó réditos a Sensini.
La Banda acrecentó su gran sueño
Tras la inesperada caída ante Arsenal, la hinchada rojinegra no vaciló en redoblar su apoyo al equipo y agotar rápidamente las poco más de dos mil localidades disponibles para el choque con Gimnasia.
Muchos hinchas rojinegros desearon viajar a La Plata y no pudieron hacerlo por la poca cantidad de entradas que le otorgaron a Newell’s, pero algunos de ellos se sacaron las ganas de alentar al equipo en el banderazo improvisado del día martes, realizado en una parrilla céntrica donde almorzaba el plantel antes de partir hacia Buenos Aires.
La fiesta continuó este miércoles en el estadio Juan Zerrillo, donde la banda leprosa colmó la popular visitante, otorgándole un gran colorido con globos y trapos rojinegros. El gol de Formica generó el éxtasis leproso y la conquista de Boghossian le dio paso a la gran celebración, que incluyó cánticos permanentes hasta el pitazo final de Maglio.
Con el sueño de campeonato intacto, los leprosos se marcharon locos de felicidad, y ya piensan en reventar el Coloso en el pleito definitorio ante San Lorenzo.