Para el debut de la selección argentina en el Mundial habrá que contener la paciencia un día más luego de que Alemania y Costa Rica rompan la piñata. El país se paralizará cuando los de Pekerman den inicio en Hamburgo al desafío de demostrar que pueden. El primer escollo: Costa de Marfil, en quien José centra los últimos ensayos. Todo es optimismo en la concentración de Herzongenaurach y casi no quedan dudas sobre cuál será el equipo titular: Abbondanzieri; Burdisso, Ayala, Heinze, Sorín; Maxi Rodríguez, Mascherano, Cambiasso; Riquelme; Saviola y Crespo son los once que suenan más fuerte para hacer frente a los elefantes africanos del arranque. En días previos al Mundial, la Selección dedicó mucho tiempo a entrenar con pelota detenida, acaso el secreto para estar a tono con lo que insinúa el segundo Mundial del siglo de acuerdo a la tendencia táctica. Por estas horas se registran visitas de renombre al complejo de HerzogsPark: ya pasó Batistuta a saludar y desear suerte, además, el secretario de Deportes Claudio Morresi, quien transmitió a los muchachos el apoyo del presidente Kirchner. Pero, sin dudas, el que será bienvenido como nadie es Maradona, quien también se dará una vuelta por el búnker argentino y seguramente será una motivación importante. El grupo no sólo se muestra muy unido, sino que cada uno de sus integrantes se ocupan de remarcar este "lazo indestructible" todo el tiempo. Si a esto se le acopla un buen funcionamiento futbolístico, Argentina estará para mucho más de lo que se le pide en un principio: hacer que la hinchada olvide el fracaso de Corea-Japón.