Según la dueña de Fufi, todo sucedió el lunes pasado cuando encontró a Fufi y sus crías rodeadas de los restos del parto y dando la leche a sus gatitos. Ya la noche anterior había notado que la perra estaba incómoda y que buscaba un lugar donde tener sus hijitos, lo que le llamó la atención ya que había sido madre hacía apenas tres meses. No osbtante, como el período de gestación de los felinos varía de 58 a 63 días –dos meses–, Fufi tenía tiempo suficiente para quedar preñada nuevamente.
Sin embargo, desde la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Sinaloa, el especialista en pequeñas especies, José Ascención Pérez Corrales, advirtió que un cruce entre perros y gatos es directamente imposible porque “son genéticamente diferentes”. Doña Cata, no obstante, insiste en su hallazgo.