Luego de tres días de que apareciera muerto el taxista Hugo Prada, cuya autopsia arrojó horas más tarde la presencia de una bala en el cuerpo, se comprobó que un proyectil calibre 32 impactó en el omóplato izquierdo de la víctima y que le disparo fue efectuado desde una distancia superior al metro y medio. Así lo informó este lunes el periodista Héctor López e Radio 2 y los datos fueron ratificados, a través de la misma emisora, por el el titular de la Cámara de Titulares de Licencias de Taxis de Rosario (Catiltar), José Tornambé. Hoy solicitarán una reunión con funcionarios municipales.

Aunque en la madrugada del domingo se redujo el servicio de taxis, no se determinó un paro de actividades. En tanto, las cámaras y sindicatos dejaron que cada afiliado resolviera la metodología del reclamo “a la espera del esclarecimiento del hecho”.

Sin embargo, la investigación no viene fácil ya que hasta este lunes a la mañana no había aparecido ningún testigo del hecho. En ese marco, "no se descarta ninguna hipótesis", dijo la fiscal Adriana Camporini. 

Esa apreciación no conforma a la familia, que está convencida que el móvil del crimen fue el robo. Así lo dijo un hijo del taxista en diàlogo con el móvil de Canal 3, mientras que Lidia, la esposa, se quejó de la inseguridad y opinó que el gobierno "no considera" la importancia del servicio que brindan los choferes. 

De acuerdo a lo publicado por el diario La Capital, por el mínimo orificio que dejó el proyectil calibre 32, la policía deduce que el tiro fue realizado desde de 1,5 a 3 metros de distancia de la víctima. De lo contrario, aseguran, la bala hubiera dejado un tatuaje. El conductor iba con la ventanilla baja, por lo que no se descarta un ataque desde otro vehículo.

“Por la versión que tenemos, creemos que fue un hecho de robo y que el conductor se dio cuenta pero no queremos opinar mucho porque no conocemos y está en tratamiento de sumario, esperamos que la justicia aclare la situación”, señaló Tornambé, quien reflexionó sobre la inseguridad arriba de los taxis: “Nos están matando como cucarachas y nadie se hace responsable, por más que pongamos todo en el auto, si la policía no acompaña no sirve. Están matando a la buena gente, a los padres de familiares y es por esto que se hizo una jornada de duelo el sábado a la noche”.

En tanto, según indicó el taxista, el sector se mantiene en alerta y en comunicación constante con los familiares de Prada y la Justicia. Este lunes, el servicio de taxis se presentaba normal luego de que el sábado a la noche se realizara una suspensión durante algunas horas por el crimen del chofer. Los taxistas exigen el urgente esclarecimiento del hecho ocurrido el viernes, a fin de determinar si efectivamente se trató de un nuevo hecho producto de la inseguridad que afecta al sector, sobre todo por las noches.

La muerte de Prada está rodeada de misterio. Es que el viernes los médicos del Heca que lo atendieron sostuvieron que el hombre habría fallecido por muerte súbita. Sin embargo, horas después la autopsia reveló la existencia de un plomo en su cuerpo por lo que se dio intervención a la jueza de Instrucción Mónica Lamperti.

Prada tenía 48 años y era padre de dos hijos de 19 y 21 años. Hincha fanático de Newell´s, el taxista salió el viernes con su Peugeot 405. Horas más tarde debió ser asistido tras desvanecerse y perder el control del taxi cuando iba sin pasajeros por Oroño hacia el norte. Fue en el cruce con bulevar Seguí donde el coche terminó contra una rotonda.

La policía, en tanto, buscaba determinar las circunstancias del último viaje del chofer. Además, investigaban las llamadas de su teléfono celular, desde donde el chofer habría intentado enviar un mensaje o realizar una llamada antes de desvanecerse. En tanto, en el auto no se encontraron rastros de violencia al tiempo que el cadáver no presentaba golpes ni cortes, más que la herida de bala.