Deberé desterrar el recurso que utilizo en mis clases de educación sexual, mostrando la foto de un hombre embarazado, ilustrando la frase: ¿si hubieras sido vos te hubieras cuidado mejor?
La revista The Advocate informó sobre el primer embarazo masculino. Thomas Beatie, de Oregon, es un transexual, con genotipo femenino y fenotipo masculino, embarazado de una niña de 5 meses, con fecha probable de parto a comienzos de julio de este 2008.
Junto a su pareja Nancy, intentan construir una pareja parental (de padres), para poder criar a su hija, intentando adaptarla al medio físico y cultural. También la sociedad deberá aprender a adoptar y adaptar a niños nacidos en forma atípica, como la de esta pareja. No falta quien plantea si no es el padre, el donante de espermatozoides, del banco de semen, al que concurrió la pareja. De todos modos este niño flota en el fluido intrauterino semejante a otros niños y percibe estímulos táctiles, acústicos y visuales, que lo van afiliando a nuestra especie humana, al margen de las aceptaciones y rechazos sociales o extrauterinos y de análisis periodísticos, filosóficos, religiosos, científicos y tantos otros…
Habrá que pensar también, la manera de explicar a los niños de esta época, los distintos formatos de vínculos interhumanos, para ayudarlos a entender y evitar ser víctimas de discriminaciones y exclusiones. Si soy sincera, mi asombro no abre la puerta al espanto, como cuando me enfrento a abusos o maltratos, como sentí el 1º de marzo del 2003, por una niña de San Lorenzo, que con 11 años ya padecía sífilis y presentaba un embarazo de seis meses. La Justicia quizás lo resolvió, pero nadie podrá borrar de su cuerpo, el impronta del horror…