El conductor salió de una zona de obras en el barrio de Yamin Moshé y manejó hasta llegar a la intersección de las calles King David y Keren Hayesod. Ahí comenzó el desastre: con su vehículo arremetió contra los coches y un ómnibus.
Cinco personas resultaron heridas. Y al agresor lo mataron las fuerzas de seguridad. Hasta el momento la policía israelí no pudo determinar su identidad, pero aseguró que se trataba de un "ataque terrorista".
Las dramáticas escenas trajeron a la mente las del pasado 2 de julio en la calle Yafo, de Jerusalén, donde murieron tres personas y unas treinta resultaron heridas al ser embestidas por una excavadora. Su conductor -un palestino que vivía en una aldea cercana a la zona del episodio- también fue asesinado a tiros por la policía.
El atentado de hoy coincide con una entrevista entre el presidente israelí Shimon Peres, y su par palestino, Mahmud Abbas. Y ocurre poco antes de la llegada del senador demócrata y candidato presidencial estadounidense, Barack Obama, que tiene previsto reunirse con dirigentes de ambos sectores.