En las nueve cuadras de playa comprendidas entre Ricardo Núñez y el club Remeros trabajan 18 guardavidas en diferentes turnos, cuya tarea específica es la de evitar que la gente que accede al agua corra riesgos. Para ello deben estar observando el río en forma permanente, pero esta misión se ve obstaculizada por la ausencia de personal policial en la zona, ya que la gente recurre a los bañeros para denunciar robos o dirimir conflictos o peleas.
“Hoy, con dos mil personas en la playa, bajaron unos cuatro policías, porque nosotros lo pedimos", explicó este jueves Sergio Nanni, jefe de guardavidas de Rambla Catalunya, en diálogo con Rosario3.com. "Pero necesitamos una solución de fondo para los días que siguen, no sólo para hoy”, exigió.
Nanni dijo que si no reciben respuesta a su pedido, los guardavidas realizarán una medida de fuerza consistente en guardias pasivas. “Sólo haremos nuestro trabajo, pero no podemos distraernos con incidentes y descuidar la seguridad de la gente en el agua”, dijo el jefe de los bañeros.