Por problemas eléctricos que no estarían establecidos, desde que se colocó luz artificial en el parque, las lámparas que alumbran las calles del barrio se vieron afectadas con cortes intermitentes durante las noches.
Pero una semana atrás, este corte se hizo permanente y desde entonces la zona –comprendida aproximadamente entre Buenos Aires, Rueda, Alem y Virasoro– se transforma en tierra de nadie cuando se pone el sol.
Los habitantes del lugar denuncian, además de un incremento en el número de robos y asaltos, que los taxis y remises no entran al barrio de noche y algunos colectivos se detienen en las esquinas.