Se sabía de antemano que Santa Fe el rival más complicado y que la clave era bajarle el goleo para tenerlo a tiro en el final. Se sabía que iba a ser muy complicado contener a Delfino en la pintura, y que en cuanto él, junto a Alfonso, se encendieran las chances de los capitalinos se acrecentarían. Pero también se sabe que el básquet es un deporte cambiante, en el cual hay oportunidades que no se pueden desaprovechar.