Pero Binner está dispuesto a conservar su lugar en las charlas con los funcionarios nacionales. "El diálogo político es difícil, pero no hay que abandonarlo porque no hay otro camino para ponerse de acuerdo", afirmó.
Binner insistió en que su "opinión personal" es que "hay que concurrir al diálogo, aún con los que no quieren dialogar", y aseguró que si el socialismo fuera convocado, él concurriría.
"Sentarse a la mesa del diálogo presupone tener una actitud de ceder algo, con lo cual si eso no ocurriese es muy difícil el diálogo, pero creo que tenemos que insistir por ese camino", enfatizó Binner.