El edil radical lamentó –a través de un comunicado– que “Rosario no haya sido la primera ciudad en impulsar el tragamóvil” a través de un proyecto de su autoría, presentado en julio del año pasado que creaba el Programa de Revalorización, Reciclado y Recupero de materias primas de artefactos eléctricos y electrónicos en desuso.
El objetivo del Tragamóvil es reciclar artefactos eléctricos y electrónicos a fin de evitar por un lado la contaminación que generan estos residuos, y por el otro lado darles un destino útil. Según el proyecto de Boasso “muchos de estos aparatos pueden ser reciclados y enviados a escuelas y bibliotecas”.
La iniciativa que no fue tratada en la comisión de Ecología del Concejo insta a los fabricantes de productos tecnológicos a poner contenedores en distintos puntos de la ciudad para que los vecinos puedan participar depositando en ellos rezagos informáticos, computadoras, servidores CPU, monitores, notebooks, laptops, agendas electrónicas, teclados, mouses, webcams, impresoras, etc.
Luego de la realización del Seminario de la Secretaría de Medio Ambiente, una de las conclusiones fue la instalación del tragamóvil, una idea que recorrió las ciudades españolas.
Según cifras oficiales, tras el aumento percibido en la venta de aparatos electrónicos, se estima que hacia fines de este año se habrán arrojado más de 100 mil toneladas de residuos que aún no encuentran una disposición final ambientalmente sustentable y cuyos componentes, en su mayoría metales pesados, poseen alto grado de peligrosidad.