La tensión en Bolivia no cesa y el conflicto ya es regional. Oficialmente el número de muertos en la región norteña de Pando, aumentó este viernes a 15 como consecuencia de los enfrentamientos entre oficialistas y opositores. La mayoría de los fallecidos fueron campesinos seguidores del presidente Evo Morales, al hallarse en la región seis cadáveres.

Por la noche, el gobierno declaró el estado de sitio en el departamento de Pando. El ministro de gobierno, Alfredo Rada, dio a conocer la decisión en coincidencia con el inicio de la reunión de Morales con del prefecto de Tarija, Mario Cossío, en busca de un acuerdo de pacificación.

La decisión de declarar el estado de sitio obedeció a que prevalece en Pando -uno de los departamentos más convulsionados- el clima de tensión, con enfrentamientos entre opositores y campesinos que dejaron en esta región 15 muertos.

La medida de excepción fue dictada poco después de que los militares recuperaran el control del aeropuerto de Cobija, la capital del departamento, que estaba ocupada desde hace una semana, hecho en el que resultó muerto un civil y otro fue herido. 

Marcha en Argentina

La tensión llegó a Buenos Aires este viernes a la tarde, cuando unos 500 manifestantes de agrupaciones bolivianas en Argentina junto a miembros de la Corriente Clasista y Combativa marcharon a la embajada de Estados Unidos para cantar consignas contra el gobierno de ese país.

Protestaron contra el gobierno de Washington a raíz del supuesto apoyo que le están dando a la oposición en Bolivia, como denunció el gobierno de Evo Morales y también el venezolano Hugo Chávez. Ambos echaron a los embajadores yanquis de sus países. 

El conflicto

La capital de Pando, Cobija, estaba este viernes paralizada tras una noche de violencia. Muchos campesinos identificados con Evo Morales fueron perseguidos por bandas armadas y "huían al monte", al producirse el enfrentamiento cerca de Filadelfia, 45 kilómetros al suroeste de Cobija.

Ante la tensa situación que se vive en el país, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, expresó su "profunda preocupación por los conflictos violentos en Bolivia y la pérdida de vidas" humanas, y ofreció la colaboración de Naciones Unidas a los bolivianos dispuestos a buscar una solución negociada.

Ban rechazó "el uso de la violencia como vía para conseguir avances políticos" y lamentó también "los intentos de dañar la infraestructura económica de la nación", en una declaración escrita.

En ese sentido, dijo que se unía a los llamamientos del secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y de la Conferencia Episcopal de Bolivia, para "pedir un diálogo urgente que encuentre un consenso sobre los apremiantes asuntos que afectan a los bolivianos".

"Naciones Unidas está preparada para ofrecer asistencia a los bolivianos que quieran comprometerse con ese diálogo", añadió el máximo dirigente de la organización internacional.