La denominada "banda de la boutique" operaba en Lomas de Zamora y se dedicaba a la venta y alquiler de uniformes y accesorios policiales.
Sus clientes eran asaltantes, que luego cometían delitos en falsos operativos policiales, como controles de vehículos o supuestos allanamientos.
Fuentes policiales explicaron que la investigación se inició por testimonios de varias víctimas asaltadas por ladrones vestidos como policías.