La policía intervino anoche en una reyerta en la casa de la cantante estadounidense Britney Spears y la envió a un hospital, en ambulancia, debido a que parecía estar bajo la "influencia de alguna sustancia aún no identificada", informaron hoy los medios locales de Los Ángeles.

La policía fue llamada porque Britney se negaba a entregar a sus dos hijos pequeños al empleado que su ex marido, el bailarín Kevin Federline, había enviado a la residencia de la cantante para recogerlos, informó el diario  Los Angeles Times.

Britney había recibido la visita de sus hijos en el marco de una orden judicial que otorga a Federline la custodia provisional de los dos pequeños, con un régimen restrictivo de visitas para Britney.

Los policías intentaron durante casi tres horas resolver la riña entre Britney y el escolta de Federline que éste había encargado de trasladar a los dos niños desde la casa de su madre, ya llegada la hora límite para la visita, hasta la residencia de su padre.

Al final, Britney entregó los niños y fue sacada de su casa en una camilla, metida en una ambulancia y llevada al hospital Cedars of Sinai.