Serán apenas 200 los policías federales que llegarán a Rosario para reforzar el operativo conjunto de seguridad. Así lo adelantó este martes la ministra nacional Patricia Bullrich, que de visita en la ciudad dijo que en total habrá 500 nuevos agentes en la provincia.

“Es una restructuración y reforzamiento del trabajo de los 3.000 efectivos que están en apoyo contra la inseguridad y el narcotráfico. Ahora van llegar miembros de la Policía Federal, la cantidad la vamos a definir en estos días pero están garantizados otros 200 en Rosario”, señaló la funcionaria, en el marco de una reunión con el gobernador Miguel Lifschitz. Y en total serán 500 uniformados más los que tendrá la provincia.

 

En relación a los lugares donde se desempeñarán las fuerzas nacionales este año, Bullrich señaló que “eso es dinámico, depende de los mapas de calor (del delito), pero específicamente hay zona golpeada en los últimos meses”, en relación a las bandas enfrentadas en la zona sur.

También, en contacto con la prensa desde Gobernación –donde firmaron el convenio de cooperación–, remarcó “la necesidad de apurar la salida de presos federales que están en cárceles provinciales” y también de “otras medidas para un mayor control de personas con salidas transitorias”.

La funcionaria macrista se reunió con Lifschitz en Gobernación. (Alan Monzón/Rosario3.com)

En otro orden, la ministra macrista dijo que habló con Lifschitz “la idea de que la provincia avance con la ley de desfederalización” para poder encarar “un trabajo conjunto contra el narcomenudeo, ya que las fuerzas federales y la Justicia federal no dan abasto para abarcarlo y es necesario un trabajo coordinado” con la fuerza santafesina.

Destacó que el ministro de Justicia de la Nación, Germán Garavano, “se comprometió a aportar los recursos que corresponden por ley a una provincia desferalizada, pero eso lleva un tiempo”, aunque “se están fortaleciendo las fiscalías federales”.

Ataúdes en Arroyito

Finalmente, Patricia Bullrich se refirió al secuestro de ataúdes con cargadas en el estadio de Rosario Central, una de ellas al presidente Mauricio Macri, y opinó que son “un modelo de provocación e incitación a la violencia”.

Dijo que desde la Nación se coordinan, en estos casos, “las restricciones al acceso a las canchas” de los responsables “pero las sanciones sobre los estadios las decide el gobierno provincial”.

No obstante, consideró: “Hay que ser muy duros con los que hacen este tipo de cosas, sean miembros de la comisión directiva o barrabravas”.