Los vientos de los océanos del mundo podrían ser una nueva fuente de energía a través de mapas proporcionados por satélites de la NASA que revelan los puntos donde la producción sería óptima, informó este miércoles el Laboratorio de Propulsión a Chorro (JPL).

La tarea, que se ha hecho más urgente ante el creciente costo de la energía, ya está en marcha con el satélite QuikSCAT de la NASA, que ha suministrado una década de datos sobre los vientos marinos, agregó.

El satélite, puesto en órbita en 1999, observa la velocidad, dirección y fuerza de los vientos sobre la superficie del mar.

Sus datos se utilizan actualmente para el anuncio de tormentas y para aumentar la precisión de los pronósticos meteorológicos en apoyo de la industria naviera.

Los mapas marinos preparados con esos datos ubican los centros de generación de los vientos que convertirían la energía eólica en energía eléctrica, según un informe sobre la investigación publicado por la revista Geophysical Research Letters.

"La energía eólica es ambientalmente amistosa. Tras la inversión inicial en energía para fabricar e instalar las turbinas, no hay que quemar combustibles fósiles que emiten carbono", manifestó Tim Liu, director del estudio y científico del equipo de QuikSCAT en el JPL.

Según Paul Dimotakis, tecnólogo de JPL, en un futuro no muy lejano la energía eólica podría atender del 10 al 15 por ciento las necesidades mundiales de energía.

Si se aprovechan las zonas oceánicas donde los vientos son intensos, el aire marino podría generar de 500 a 800 vatios de energía por metro cuadrado.

Fuente: EFE