Bush, dijo que existe una "nueva oportunidad para la paz" en Tierra Santa a su llegada al aeropuerto de Tel Aviv, con lo que inició su primera visita a Israel y Cisjordania desde que está en la Casa Blanca.
Bush bajó solo del Air Force One, el avión presidencial porque su esposa, Laura, se quedó en Washington. En la pista de aterrizaje el presidente estadounidense fue recibido por el primer ministro de Israel, Ehud Olmert, y el presidente del país, Simon Peres, así como por mandos militares israelíes y una guardia de honor.
"Me alegro de estar aquí", dijo Bush mientras saludaba a los mandatarios, diplomáticos y líderes eclesiales de las diferentes religiones que comparten la custodia de los lugares santos.
Bush pasará tres días en Israel y Cisjordania, en un intento de dar un impulso adicional a las negociaciones de paz que él mismo relanzó en la conferencia de Annapolis en noviembre pasado.
"Vemos una nueva oportunidad para la paz en Tierra Santa", dijo Bush en una breve declaración en el aeropuerto. El dirigente destacó que a Estados Unidos e Israel les une una "fuerte alianza", la cual "garantiza la seguridad de Israel como un Estado judío".
Las calles en torno al hotel Rey David, reservado enteramente para Bush, su secretaria de Estado, Condoleezza Rice, y el resto de la delegación estadounidense, están cortadas al tráfico y a los transeúntes.
Más de 10 mil efectivos se ocupan de la seguridad de la delegación estadounidense en Jerusalén, mientras que otros 4 mil estarán desplegados en Ramala, donde Bush se reunirá mañana con el presidente de la Autoridad Nacional Palestina (ANP), Mahmud Abás, y otros líderes palestinos.
La red terrorista Al Qaeda instó a sus seguidores en un vídeo divulgado en vísperas del viaje a que atenten contra Bush durante su gira por Oriente Medio.