Quizás muchos rosarinos vieron con mala cara la reacción municipal ante el caos que dejó la tormenta del 15 de noviembre. O que el interminable conflicto con los taxistas terminó de agotar la paciencia de los usuarios de un sistema de transporte que hace aguas por todos sus frentes. Lo cierto es que una encuesta local no le da buenos números al último tramo de la gestión del intendente Miguel Lifschitz.