Ir a Santa Fe, imposible. A Venado Tuerto, menos. A Córdoba, ni hablar. A Rafaela, ni se te ocurra. En las vías que comunican Rosario con esos lugares –y con otros mucho más cercanos–, transportistas de cargas continuaban este jueves con los contrapiquetes para reclamar que el campo levante el paro, con el argumento que por ese motivo hace casi tres meses que no trabajan. Las consencuencias de la protesta no sólo la sentían los miles de conductores varados en kilométricas colas en las rutas. Como ya pasó en marzo, los tambos tuvieron que tirar leche, no llega mercadería al mercado de frutas y verduras y tampoco hacienda –justo que el campo volvía a comercializar– a los frigoríficos, lo cual derivará en desabastecimiento, aumentos de precios y suspensiones de trabajadores de la industria frigorífica. 

Así las cosas, el panorama en varias localidades de la provincia era desolador, como lo hicieron saber, en declaraciones el programa Tempranísimo, de Radio 2, intendentes de varias localidades del interior de la provincia, donde no llegaban alimentos, combustible y, en las que no tienen gasoducto, gas, por lo cual no había fluido para distribuir a los hogares. 

En total eran cerca de 40 los cortes en la provincia, con lo cual los pueblos y ciudades de la región quedaron incomunicadas con otras regiones y también entre ellas. En la zona sur de la provincia, había piquetes en la autopista a Santa Fe (a la altura de la Ribera), en la 11, y en la 33, entre otras. En la 9, a la altura de Armstrong, había a media tarde de este miércoles diez kilómetros de vehículos varados. En el puente a Victoria no había cortes pero tampoco hacía falta: prácticamente nadie circulaba. Sólo a Buenos Aires el tránsito era normal, aunque había amenazas de que se iba a cortar desde este jueves. También en rutas entrerrianas, cordobesas y bonaerenses se multiplicaban las protestas de camioneros.

Sí, caos por donde se lo mire. En ese marco, los transportistas salieron a despegarse del gobierno tras las acusaciones de parte del campo. Luego de que el presidente de la Federación Agraria, Eduardo Buzzi, considerara públicamente que la movida es “funcional” a los intereses de la administración nacional, los transportistas aseguran que las bases se movilizaron “por motu proprio” ante la imposibilidad de trabajar en medio del paro de los ruralistas.

“Como dirigentes no queríamos participar de esto, nos mantuvimos al margen pero llegó un momento que las bases nos desbordaron. Salieron por motu proprio a cortar las rutas con los productores y no los pudimos parar”, explicó en Radio 2 el presidente de la Federación Argentina del Transporte Automotor de Cargas (Fatac), Vicente Bouvier.

Además, el dirigente indicó en diálogo con el periodista Alberto Lotuf, en Radio 2, que el sector es “cautivo de un conflicto (el del campo) sin ser parte”, y que es “uno de los más afectados” por la crisis agropecuaria, que lleva 85 días.

“Yo soy un dirigente gremial sin sueldo, no tengo nada que ver con la política, ni con los Kirchner ni con el agro. Sí sé que a los Kirchner les gusta tener cajas grandes para asistir a sus amigos con la plata del pueblo”, disparó Bouvier, insistiendo en que la idea de los camioneros no es enrarecer el clima ni ser “funcionales” al gobierno, algo que había denunciado Buzzi.

“Es una respuesta poco feliz. Eduardo nos conoce bien y sabe cómo trabajamos nosotros”, completó en ese sentido.

Localidades aisladas

La protesta, que cobró fuerza desde este martes en forma paralela a los bloqueos de los chacareros a los camiones con granos de exportación, amenaza con generar desabastecimiento pero además deja aisladas a varias localidades del interior. Sólo en la provincia los bloqueos a camiones con leche, carne, combustible, agroquímicos y otros productos eran 36 a media tarde, y complicaban la circulación en 11 rutas (todas a excepción de la autopista a Buenos Aires).