Caruso Lombardi es un ejemplar inigualable e inimitable, al punto de pensar que sus padres tiraron el molde después de que gestaron a este simpático personaje con facha de atorrante. La cuestión es clara, con un solo Caruso basta y recontra sobra; pero... ¿hay otro?

Este miércoles, en el Club Banco Provincia de Mar del Plata donde Newell’s jugó un par de amistosos ante Unión de esta localidad, simpatizantes, periodistas y presentes en general se restregaban los ojos insistentemente, como no pudiendo creer lo que el sentido de la vista representaba. Un hincha leproso idéntico a Caruso Lombardi se paseaba por el lugar mostrando su coincidencia física con el técnico de la Lepra.

Junto a su esposa y pequeño hijo, este fanático de Newell’s se llegó desde Villa Gesell pura y exclusivamente para observar el ensayo del equipo de sus amores. Y, de paso, para vivir su tarde de gloria mediática.

Cuando se percataron los hinchas y fotógrafos de la presencia del Caruso “trucho”, todos se abalanzaron sobre él para inmortalizar el parecido, digno del programa TVR. Incluso, el grupo de simpatizantes más barullero le inventó un cantito al hombre “famoso por una tarde”, que a la vez lo bautizaba como “Caroooozoooo, Caroooozoooo”, para diferenciarlo de Caruso.

Finalizado el partido de entrenamiento, nuestro amigo no dudó un segundo en encarar al “verdadero” Lombardi, quien no tuvo otra reacción que una estentórea carcajada. “¿Puede ser una foto, Caruso?”, preguntó el hincha. “Sí, dale. Pero este pibe es tuyo, no me lo vas a encajar a mí”, bromeó el particular entrenador rojinegro, señalando al niño que miraba sin entender nada de lo que estaba sucediendo.

El momento fue simpático y significó la nota de color de la práctica. Pero... Caruso hay uno sólo.