Una de ellas es Inés Ongay, una amiga de la víctima que vive en Bariloche y que en la instrucción de la causa declaró que tras la muerte de María Marta, charló con Nora "Pichi" Taylor, amiga de la familia, sobre lo ocurrido porque a ella no le "cerraba" lo del accidente en la bañera.
Según Ongay, Taylor le dijo: "El Gordo (en referencia a Carrascosa) pidió dos cosas: que no se la llevaran ni le hicieran autopsia porque esto podía abrir en un suicidio o en un homicidio y se arregló y pagamos para que se hiciera lo que el Gordo quería".
"Yo sentí que no habían hecho bien las cosas, que no se siguió el ABC para estos casos y tuve la sensación de que la habían matado", agregó la mujer, quien fue careada con Taylor pero ésta última dijo que eso era un "disparate" y nunca lo había dicho.
Los otros testigos son Elena Caride Gatto y Carmen Aberastain de Panelo, quienes presenciaron esa conversación, y el matrimonio Otamendi, amigo de Ongay y que también estuvo presente en el velatorio de la víctima.