Se trata de Gerardo Oberndorfer, quien afirma que la tarde del 27 de octubre de 2002, cuando asesinaron a María Marta, Carrascosa estuvo tomando café en el club, pese a que el viudo declaró que nunca fue a ese lugar ese día y que estuvo mirando un partido de fútbol en casa de su cuñado.
La versión del mozo será confirmada por Javier Castro, un joven que hacía repartos a domicilio, y que también afirma haber visto al viudo charlando con la encargada del club, Alba Benítez, la principal testigo de la audiencia de ayer.
Las declaraciones de Oberndorfer y Castro estaban previstas para ayer, pero por falta de tiempo se postergaron para hoy a la tarde.
En tanto, durante la mañana declararán varios operadores de la obra social Osde, que recibieron los llamados de Carrascosa cuando pidió una ambulancia para que vinieran a asistir a su esposa porque, supuestamente, había tenido un accidente en el baño.