La gran figura de la noche fue Mauricio Caranta, quien tapó varias pelotas de gol a los delanteros del conjunto de Radaelli, que generó las ocasiones más peligrosas de la noche pese a no ejercer un dominio asfixiante ni mucho menos. A los de Arroyito les costó tejer alguna situación y al cabo inquietaron poco a Sebastián Saja.
En el primer tiempo, fue Racing el que arrancó mejor. De hecho, Roger Martínez exigió al guardameta rosarino, que se quedó con el mano a mano más peligroso de la etapa. De los auriazules se cuenta un intento del flojo Castillejos y poco más. A Central le costó manejar el balón pese a la aparición de Jonás Aguirre en el medio para lograr más dinámica. Y el primer acto se diluyó en su impotencia para arrimarse con fuerza al área rival y las arremetidas por inercia del local.
En el complemento, los centralistas se arrimaron con una contra de Jonás Aguirre, pero inmediatamente Racing tuvo otra muy clara: la que Caranta le ahogó a Gabriel Hauche.
El desarrollo siguió siendo muy pobre, con Central intentando pero fallando cada vez que pergeñaba una llegada y Racing sin tener la llave de un juego en el que se plantó más decidido.
El desarrollo tenía preparada una ataja magistral de Caranta al defensor racinguista García: sobre la media hora, el ex arquero de Instituto le sacó el gol contra el palo izquierdo y calló el grito de las tribunas.
Un rato después, en uno de los aislados arribos visitantes, Castillejos llevó algo de zozobra con una media vuelta fallida, y ya sobre el final el propio Caranta le detuvo una volea a Viola. Así se fue la noche, entre la imposibilidad de sacar algo de la galera de la formación que dejó Mostaza y el conformismo de un Central apagado.
Sólo con el gran trabajo del 1 y la buena respuesta de los zagueros Berra y Donatti, el elenco de Miguel pudo traerse de Avellaneda una unidad que sabe a poco por el calibre del rival, que se quedó sin DT por una flojísima campaña, pero que le aporta en su búsqueda del ingreso a un torneo continental, meta para la que depende de sí mismo ante el descendido Bicho.