Según precisaron fuentes policiales, el domingo a primera hora, uno de los empleados del supermercado notó que el portón de ingreso del local estaba abierto. Una vez adentro, pudo constatar que la caja fuerte estaba violentada y que había sido abierta mediante la utilización de un soplete.
En su interior, quedaban aún unos billetes quemados, sacrificio al que debieron acceder los delincuentes para poder abrir la caja mediante el uso del calor. Sin embargo, pudieron llevarse consigo entre 20 y 25 mil pesos, según cálculos del empleado.
El caso, investigado por el personal de la comisaría 5ª, se trataría de un “número cantado” de parte de alguna persona –que conocía la existencia de ese dinero dentro de la caja fuerte– a los ladrones.