Denunciaron que muchos de los conductores suelen trabajar 29 horas a bordo de los micros, con pocas horas de descanso, y que no se pagan horas extra ni feriados.
Los delegados rosarinos de esas empresas explicaron además que existen pocos controles del Estado en los trayectos que realizan.
Héctor Cañedo, representante de los choferes de Tramat, dijo al programa Radiópolis (Radio 2) que “hay pocos inspectores de tránsito”.
“En Rosario hay cuatro que no dan abasto. En Santa Fe y en Paraná nos controlan pero de Rosario a Río Gallegos no hay ningún tipo de control, estamos a la mano de Dios”, dijo el delegado gremial.
Agregó que los choferes están obligados a manejar varias horas y dormir arriba las unidades.
“Cuando a tu compañero le agarra sueño te llama, te lavás lo dientes y la cara y seguís. Hay mucho sacrificio, estas mucho tiempo lejos de tu familia, te perdés el crecimiento de tus hijos”, aseguró Cañedo.
Además se quejó porque si algún chofer llega a chocar a un animal durante un viaje, la empresa “te descuentan el arreglo e tu salario”.