Los días pasan, la fecha se acerca. ¿Habrán hecho los candidatos la tarea y sabrán qué hacer con la ciencia en los EE.UU.? Es cierto que en estos días el tema que menos debe desvelar a la sociedad norteamericana es el estado de la ciencia en su país. Pero a la larga les va a interesar.

¿Qué piensan los candidatos respecto del cambio climático y la responsabilidad de los EE.UU. y el resto de los países desarrollados en dicho evento? ¿Qué medidas concretas tomarán para solucionarlo o al menos paliarlo?
¿Cuáles son sus posiciones respecto de la investigación con las ya famosas células madre? ¿El gobierno va a apoyar dichos proyectos con subsidios o no?

Ciencia, política, religión. Todos los campos se entrelazan y juegan para imponer sus puntos de vista. Los candidatos necesitan escuchar a su electorado. Pero, ¿manejan la información que necesitan para tomar sus decisiones?

El nombre Shawn Lawrence Otto no es familiar en el ambiente científico. Otto es un cineasta/guionista/escritor y activista de Hollwyood a quien la huelga de guionistas le dió suficiente tiempo libre como para ponerse a pensar en la ciencia y su papel en la sociedad. Así fue como se le ocurrió crear Science Debate 2008. Una organización con el objetivo de poner en primer plano la necesidad de debatir sobre temas candentes como ciencia, el sistema de salud y la competitividad de la economía norteamericana.

Numerosas organizaciones y prestigiosas personalidades respaldaron esta iniciativa. Solo por nombrar algunos: la National Science Foundation, la American Association for the Advancement of Science (editora de la revista Science) y varios programas de ciencia de la televisión pública. También más de 200 universidades e institutos de investigación. Alrededor de 125 millones de personas han adherido a esta iniciativa a través del respaldo dado por las organizaciones de las cuales son miembros.

La organización así formada envió invitaciones a los (por entonces) 4 candidatos principales a la presidencia del país del norte (Clinton, Obama, Huckabee y McCain) para debatir sobre temas cruciales para la ciencia norteamericana. La respuesta fue negativa en todos los casos. Interesante, ¿no?

A pesar de esta actitud inicial poco cooperativa y luego de una ardua lucha Science Debate 2008 finalmente logró que los candidatos de ambos partidos (Obama y McCain) contestaran un formulario especificando sus posiciones acerca de temas controversiales relacionados con la ciencia en su país y de cara a las elecciones presidenciales.
En el próximo artículo empezamos a ver cuáles fueron algunas de las respuestas.