Para algunos puede ser algo deseable nacer un día 29 de febrero. Mirtha Legrand, por ejemplo, podría decir que ella anda por los 25 años (o algo así). Es que los años bisiestos como este 2008 se dan sólo cada cuatro años. Y cuando esto ocurre, justamente el mes de febrero suma un días más que los habituales 28. Pero, ¿por qué?
La razón de esta particularidad está estrechamente vinculada a la imperfección de nuestro calendario ya que el año bisiesto existe como una corrección para un problema de exactitud matemática-estelar.
Un año calendario se define como el período de tiempo que tarda la tierra en dar una vuelta completa alrededor del sol. En términos terrestres, este período es de aproximadamente 365.25 días. Así que, esos 0.25 días adicionales se van acumulando, y al cabo de cuatro años, ya suman un día completo adicional.
Con el tiempo, se decidió utilizar los años con cifras divisibles entre cuatro (por eso el bisiesto anterior fue 2004 y el próximo es 2012), y a estos años se les incluye el día adicional para compensar por esta variación. Es decir, el presente 29 de febrero.
Encima de esto, el año no dura exactamente 365.25 días, sino 365.242216 días. Esta pequeña diferencia va acumulando un error adicional a través de los siglos, por lo cual existe una regla adicional para los años bisiestos. De todos los años divisibles entre 100, ninguno es bisiesto, a excepción de los que son divisibles entre 400 (esta fue la razón por la cual el año 2000 si fue un año bisiesto). Afortunadamente, no tendremos que preocuparnos por esta regla durante los siguientes 90 años por lo menos.