“La mayoría de los episodios de IRAB no reviste gravedad y evolucionan favorablemente en pocos días –advierte Solana- sin embargo, la enfermedad tipo influenza (ETI), la Influenza A H1N1, la neumonía en personas de cualquier edad (pero principalmente en menores de cinco años y en adultos de 65 años y más) y la bronquiolitis en menores de 2 años pueden ser graves”.
“Las IRABs están fuertemente relacionadas con el clima frio, por lo tanto aunque existen durante todo el año, es a partir de abril y mayo que comienzan a aumentar significativamente y llegan a su máxima incidencia a fines de junio y durante el mes de julio. Diversos virus son responsables de la mayoría de las IRABs, incluyendo al virus de la gripe (Influenza), pero el agente transmisor más frecuente es el Virus Sincicial Respiratorio (VSR) y también uno de los que ocasiona formas severas de la enfermedad”, explica.
Las medidas de prevención más efectivas y más simples que recomienda el doctor Solana para no contraer IRAB son la alimentación a pecho, evitar el contacto del niño con personas resfriadas o con signos de cuadros virales, lavarse bien las manos antes de atender al bebé, evitar exponerlo al humo de cigarrillo, ventilar adecuadamente los ambientes.
“Además de estas medidas higiénicas y de prevención –agrega- es fundamental respetar el calendario de vacunación. Para la influenza y el neumococo hay vacunas específicas, en el caso del Virus Sincicial Respiratorio existen anticuerpos monoclonales que están indicados en la población de riesgoso, como es el caso de los bebés prematuros, y con cardiopatías congénitas”.
Este médico explica que “los primeros signos de la enfermedad son similares a los de un resfrío común, pudiendo tener fiebre, congestión nasal con mucosidad aumentada, tos y decaimiento general. Luego puede progresar a dificultad para respirar, para alimentarse, irritabilidad y tener muy mal aspecto clínico. Por lo tanto, los primeros síntomas debe alertar a los padres para que consulten inmediatamente al pediatra”.
“Todos los recién nacidos hayan sido prematuros o a término deben ser cuidados por igual para reducir las posibilidades de contraer infecciones respiratorias. En aquellos recién nacidos de mayor riesgo, como los que fueron muy prematuros o tienen problemas respiratorios crónicos, se les debe administrar antes del alta las vacunas que corresponden al calendario oficial además de otras especiales, como la antineumocóccica, proteger a su grupo familiar con la vacuna antigripal, además de darles instrucciones muy precisas sobre las medidas de prevención y se le administran al bebé anticuerpos contra el Virus Sincicial Respiratorio mensualmente durante la época invernal”, apunta el pediatra.
“A todo lo anteriormente mencionado se debe agregar que en esta época el bebé no debiera salir de su hogar a menos de ser absolutamente necesario, especialmente evitar lugares cerrados o muy concurridos, el lavado de manos debe ser muy frecuente, reducir el contacto con mas personas que las del grupo familiar intimo y en lo posible lactancia materna exclusiva”, también aclara que “aunque existen poblaciones de riesgo bien identificadas, no debemos descuidar al resto de la población de niños, especialmente todos los menores de dos años, ya que por su número son ellos la enorme mayoría de pacientes que enferman y que pueden llegar a tener formas graves de la enfermedad. Las medidas generales de prevención ya mencionadas son la mejor forma de reducir ese riesgo”.
“Ante la aparición de la actual pandemia de influenza A H1N1, aunque por cierto no reemplaza al Virus Sincicial Respiratorio como el más frecuente agente causal de infecciones respiratorias agudas en esta época, sí puede afectar a niños pequeños, incluso recién nacidos y producir enfermedad severa. Las medidas generales de prevención previamente mencionados, también son útiles para este nuevo tipo de virus, por lo cual hoy más que nunca debemos extremar todos los cuidados para reducir las vías de contagio a un mínimo y consultar al pediatra ante cualquier cuadro febril agudo, especialmente acompañado de signos de compromiso respiratorio”, concluye Solana.
Fuente: Planeta Mamá