Si se toma como ejemplo el caso de un alumno que comenzó su carrera universitaria en 2004 y egresó en diciembre de 2008. Cuando empezó sus estudios no existían Facebook, YouTube, Flickr, Digg y Twitter. MySpace y Wordpress acababan de nacer. Hoy, tras cinco años y una carrera universitaria, el mundo es diferente. De aquí a cinco años, será más distinto aún. Este alumno, como la mayoría de los egresados universitarios, terminará trabajando en posiciones para las cuales no se preparó.
Ed Catmull, presidente de Walt Disney Animation y uno de los creadores de Pixar, es un ejemplo paradigmático. Estudió Matemática, Física y Computación en la Universidad de Utah y trabajó en Boeing como programador. Fue uno de los pioneros de la computación gráfica y, junto con otros investigadores, revolucionó la industria de la animación. Seguramente, en sus años de universidad, nunca soñó con el futuro que tuvo.
El desafío de preparar profesionales para que ocupen puestos que todavía no se crearon para negocios que se están probando es enorme. ¿Qué herramientas se requerirán?
Hoy más que nunca debemos pensar en términos de complejidad, y en este sentido, conviene simplificar en áreas de estudio y ahondar en herramientas que profundicen el pensamiento crítico.
El objetivo de esto es que los alumnos puedan juzgar por sí mismos el grado de relevancia que tiene la inagotable cantidad de información que les viene dada a través de la tecnología informática.
Comunicación, creatividad, liderazgo y trabajo en la diversidad: éstas son las claves para que las próximas generaciones puedan desarrollar un enfoque interdisciplinario. Sólo así desplegarán su potencial empresario y cambiarán las reglas del juego.
Fuente: La Nación