La aparición del lenguaje marca uno de los hitos más importantes dentro de la evolución del hombre, desde sus estadios más lejanos prehistóricos, a lo que es en la actualidad. Allí, la palabra inició un camino que permitía una progresiva interrelación humana. Como todos los progresos, en esa evolución también aparecieron las desvirtuaciones del avance, que tiraban en sentido contrario, desvirtuando al crecimiento cerebral, que había hecho posible ese nacimiento.