No sólo turistas vienen a Rosario en estos días en que los porteños están de vacaciones de invierno. Con el aluvión de personas que llegan a visitar la ciudad estrella del modelo kirchnerista, también vienen los ladrones que, hay que decirlo, no discriminan a la hora de hacer su trabajo: les da lo mismo si sus víctimas son rosarinas o, como ellos, foráneas.