A pesar de que a las 8 se abren la urnas, históricamente, el grueso de electores cumple con su deber cívico pasado el mediodía, ya sea por dormir un rato más el día no laborable o porque gran parte teme quedar “enganchado” como autoridad de mesa. Sin embargo, este domingo de elecciones a concejales en Rosario es especial debido a la persistente lluvia que azota la ciudad desde muy temprano. Y, sobre llovido, el viento era intenso y el frío, el del más crudo invierno.