Posteriormente, los investigadores incitaron a estas mismas células madre a convertirse en neuronas, que utilizaron para analizar su comportamiento. Además, los científicos probaron en estas células nuevos medicamentos candidatos a convertirse en tratamientos contra la esquizofrenia.
Tal y como ya había sido comprobado en estudios previos realizados con cadáveres, las neuronas obtenidas realizaron menos conexiones entre ellas de lo que cabría esperar de neuronas corrientes. Asimismo, al añadirles un antipsicótico conocido como Loxapina, los científicos consiguieron incrementar su conectividad.
Fuente: Tendencias 21