Además de ser dulce, un hogar puede ser sustentable y económico con sólo cambiar algunos hábitos relacionados con la utilización conveniente de la electricidad. Y si no hay nada mejor que estar en casa, es posible hacer del hábitat cotidiano un espacio responsable conociendo cuánto consumen los artefactos domésticos y de qué manera podemos ahorrar energía con ellos.
Consumo responsable: una guía para gastar menos y además cuidar el ambiente
Los hogares están cada vez más poblados de artefactos eléctricos que demandan mayor energía. Conocer cuánto gastan y cómo aprovecharlos no sólo permite un ahorro en la factura de la luz sino que también ayuda a cuidar el planeta
La baja en el consumo no sólo reporta beneficios económicos, sino que también se traduce en una relación más amigable con el entorno al contribuir con el control de la emisión de gases de efecto invernadero. La generación de energía eléctrica a partir de combustibles fósiles (petróleo, carbón y gas) produce a nivel mundial aproximadamente el 61 por ciento del total de emanaciones. En la Argentina, estas fuentes constituyen el principal recurso energético, por tanto, reduciendo el consumo eléctrico se puede colaborar para reducir las emisiones de dióxido de carbono (CO2).
Si bien la primera solución que se presenta para revertir el calentamiento global es la sustitución de fuentes de energía por otras menos contaminantes, como la eólica o hidroeléctrica, la realidad demuestra que tienen otras consecuencias para el entorno ambiental. Por lo tanto, lo más saludable para nuestro planeta es implementar pequeñas cambios en las prácticas diarias para gastar menos energía.
Si la pregunta es qué hacer o por dónde empezar, algunos tips pueden hacer mucho por el ahorro energético. Lo primero es conocer cuáles son los artefactos que mayor energía demandan. Poe ejemplo, a la cabeza del listado aparece el turbo calefactor con 2400 KWh en una hora, segundo por la estufa de a cuarzo de dos velas con 1200 KWh y el horno eléctrico con 1040 KWh, siempre en el mismo lapso de tiempo.
Más abanico y menos plancha
El aire acondicionado aparece entre los artefactos que registran un consumo importante de energía. En este rubro, así como el de heladeras, freezers y lavarropas, hay que prestarle atención a la etiqueta del fabricante que establece una tabla de correspondecia entre las letras del abecedario y la demanda eléctrica. Los electrodomésticos tipificados como A, B y C registran el menor consumo. De todos modos, un aire acondicionado de 2200 frigorías necesita de 1.030 KWh en promedio por hora para funcionar.
Planchar era una de las actividades domésticas que se acercaba a la categoría de arte para las abuelas. La actividad era una materia obligatoria y aquella joven que mostraba mayor habilidad era señalada entre sus pares. Pero los tiempos cambian y el ir y venir del artefacto en la tabla o en la mesa ya no goza de buena reputación. Más aún, cuando una plancha en actividad consume 1070 KWh en sesenta minutos.
Entre los electrodomésticos más gastadores aparecen el radiador eléctrico (0,960 KWh), el termotanque (0,900 KWh), el lavarropas automático con calentamiento de agua (0,882 KWh) y la cafetera (0,720 KWh).
A prender la lamparita y desenchufar los equipos.
Se estima que entre el 12 y el 26 por ciento del consumo mundial de energía eléctrica se utiliza en iluminación y en nuestro país se calcula que es alrededor del 25. Por lo tanto, una sana costumbre resulta apagar las luces de los ambientes que están desocupados e implementar lámparas de bajo consumo, que gastan un 75% menos de energía y duran 6 veces más. Aprovechar la luz natural y pintar las paredes con colores claros también contribuye a bajar la demanda. Y si de pintar se trata, elegir pinturas de látex en lugar de al óleo porque liberan menos vapores nocivos durante el secado.
Un hogar está cada vez más equipado con artefactos eléctrico que, a pesar de apagarlos cuando no están en uso siguen consumiendo energía. Según la Agencia Internacional de la Energía, en la mayoría de los hogares el consumo de energía derivado de mantener los aparatos en standby supone entre un 5 y un 10% del total de la energía consumida, mientras que en oficinas supone una cantidad mucho más significativa. Por lo tanto, desenchufar el televisor o las computadora entre otros aparatos que van desde el lavarropas, la tostadora, el DVD, los equipos de audio hasta el microondas, puede hacer mucho por un hogar sustentable.
Por último, es importante limpiar los filtros de los calefactores y aire acondicionado para que funcionen correctamente y demanden menos gasto. No es bueno sobrecalentar o enfriar demasiado los ambientes y lo recomendable es que guarden una diferencia de 12° con el exterior. En verano, no bajar la temperatura de los 24° y en invierno, que no supere los 20°.
Consejos biodegradables
Usar una bolsa de tela para hacer las compras en lugar de las de plástico que tardaan cerca de 150 años en biodegradarse.
Elegir los embalajes más chicos y recordar que lo que importa es el producto y no el envase.
Hacer los trayectos cortos o medios –hasta 3 Km- caminando o en bicicleta, utilizar el transporte público, y si no queda otra que salir en auto compartirlo y acordarse de apagar el motor en paradas de más de 60 segundos
Siempre que sea posible, reparar los electrodomésticos, reciclar los muebles –en lugar de reemplazarlos-, y evitar los envases descartables.