Sin embargo, para los dueños de hoteles, bares y restaurantes, el supuesto beneficio no repercute en sus bolsillos. Por el contrario, los perjudica ya que la gente retrasa, al ritmo de las agujas, sus salidas o incluso, deja de cenar afuera ya que implica volver a casa después de la medianoche.
Estas cuestiones fueron consideradas por la Asociación Empresaria Hotelera Gastronómica de Rosario que ya envió cartas al gobernador Hermes Binner y al intendente Miguel Lifschitz en las que les piden que Santa Fe no adhiera a la hora de hacer este ajuste al horario. “Los hoteleros algo sufrimos pero los que sufren este cambio de manera abismal son los bares y restaurantes a los que se le reduce el horario nocturno a una sola vuelta”, justificó en contacto con Radio 2, Alfredo Angiuli, presidente de la institución.
“No estamos de acuerdo con el cambio de hora”, ratificó y observó: “Desde la EPE señalaron que el ahorro del año pasado fue del 2 por ciento. Suena poco y el beneficio que le trae a la provincia uno no lo conoce del todo”.
Finalmente agregó: “La falta de mantenimiento eléctrico obliga a hacer estos cambios pero para los gastronómicos y hoteleros el perjuicio es mayor que este beneficio o ahorro eléctrico”.