Un grupo de presos evangélicos reclama un espacio propio en la cárcel de Coronda. En diálogo con Radio 2, Sergio, quien es pastor y vive recluido en esa cárcel, explicó que "hubo un pabellón cristiano en 2002, duró tres años y funcionó bien" pero luego de la masacre, en la que murieron 13 presos, el proyecto quedó desarticulado. "Empezaron a meter a personas que no son del credo, que roban y pegan a la gente. Queremos que nos den un lugar, que nos respeten como iglesia", planteó.